LA ESCUELA NUEVA
Este movimiento surgió a fines del siglo pasado con la
finalidad de abordar una renovación de la educación y de la problemática
escolar.
Es un movimiento educativo esencialmente práctico que se
desarrolló, sobre todo, en escuelas privadas. Hoy, sus principios, siguen
teniendo vigencia y actualidad, y forman parte del estilo y mentalidad al uso
entre el profesorado renovador.
Los diferentes países afianzaron su concepción sobre los
derechos humanos y situaron en el centro de ellos la proclamación de que la
igualdad de los hombres lleva unida inexorablemente el derecho de todos a la
educación para poder ser efectivamente iguales, y consecuentemente con este
axioma se motivó un aumento considerable del número de escuelas.
La concepción de la Escuela Nueva recoge además del conjunto
de teorías y principios de algunos autores (Rousseau, Pestalozzi, Flöbel...)
que tendieron a replantearse las formas tradicionales de la enseñanza como
consecuencia lógica de los progresos científicos que se daban de forma rápida
en aquella sociedad.
Surgió el interés por el estudio del niño en sus aspectos
biológicos y psicológicos, y la reflexión en torno a los mecanismos para
aprender y no sólo la preocupación para enseñar.
Es significativa la escuela de Abbotsholome, creada por C.
Reddie cuyas ideas básicas consistieron en que la escuela no debe ser un medio
artificial separado de la vida, sino un pequeño mundo real, práctico. Que ponga
a los alumnos en contacto con la naturaleza y la realidad de las cosas, y donde
no sólo debe enseñarse la teoría de los fenómenos sino también su práctica.
Estas experiencias, ideas y progresos pedagógicos se
propagaron con intensidad, y surgieron distintas escuelas que procuraban
introducir cambios en su funcionamiento docente y a las que se les denominó
“nuevas”.
La Escuela Nueva comenzó a reformularse las ideas de la
escuela progresista en Estados unidos sobre los principios del pragmatismo
pedagógico de Dewey, según los cuales la escuela es una sociedad viva y sus
planteamientos básicamente sociales: hay que preparar al alumno para la vida y
familiarizarse con el medio social.
En Europa este movimiento renovador se concretó en diferentes
realizaciones metodológicas. Destacamos como más significativas el método
Montessori y el de Decroly.
En ambos existe una concepción vitalista en el sentido de que
el bien supremo es la vida y su pleno desarrollo. De ahí la aceptación de un
presupuesto inicial, el de la libertad del niño como individuo. Cada niño tiene
que vivir y dar expansión a su propia vida.
PRINCIPIOS PEDAGÓGICOS
Los principios pedagógicos en torno a los cuales se organizan
los distintos métodos y técnicas de la Escuela Nueva son:
La individualización:
Individualizar la enseñanza es respetar al niño en sus aptitudes y capacidades
para que él mismo desde dentro pueda desarrollar lo mejor de sí mismo y ponerse
en situación dinámica de aprendizaje y de responsabilidad. Se trata de una
educación que toma en cuenta las peculiaridades individuales sin negar la
socialización.
La socialización:
Esta pedagogía pretende educar al individuo para la sociedad y surge de la
radical necesidad de asociarse para vivir, desarrollarse y perfeccionarse. A
través de actividades escolares realizadas en grupos se desarrollan en el
alumno hábitos positivos de convivencia y cooperación social que le preparan
para la vida misma.
La globalización de
la enseñanza: Comienza a surgir la enseñanza por el todo organizada con un
criterio unitario y totalizador. Como los sujetos perciben las cosas en su
totalidad los contenidos de la enseñanza se deben organizar en unidades
globales o centros de interés para el alumno.
La autoeducación:
Considera al niño el centro de toda la actividad escolar y la causa principal
de su saber.
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